jueves, 2 de enero de 2014

Liberalización comercial

Hamilton, List y el Perú

Los argumentos en contra de la liberalización comercial, en especial en lo que se conoce como países en desarrollo (=Perú), son muchos. Lo que estos argumentos suelen tener en común es que son excusas para el proteccionismo, que no sirve a los intereses de un país, o algo peor. Este corto artículo argumenta a favor de la liberalización comercial y en contra de los argumentos anti liberalización, en especial en contra del llamado argumento de la industria naciente(1)

Tanto Hamilton (1791) como List (1841) consideraron que países en una etapa media hacia el desarrollo deberían adoptar medidas proteccionistas. Con estas medidas se promovería, entre otras cosas, la industria manufacturera nacional. Hamilton es uno de los fundadores de los Estados Unidos y List es un economista alemán.

Se puede decir que tanto Hamilton como List veían el comercio mundial como un juego de suma cero, incluso si solo lo veían así durante el tiempo en que una industria necesitaba ser protegida para establecerse. Siendo este un tema muy complicado que puede ser influenciado por diversos factores , como intereses políticos, este corto artículo solo espera ayudar a responder la pregunta, ¿es beneficioso para un país proteger las llamadas industias 'nacientes' según lo plantean List y Hamilton?

Las ideas de estos dos señores, descritas en líneas arriba, dejan claro que son partidarios de proteger industrias ‘nacientes’. La protección permitiría, según ellos, el desarrollo de un Estado mientras al mismo tiempo permitiría independencia política al eliminar la necesidad de importar ciertos bienes. La idea principal del acto de proteger la industria nacional es permitirle tiempo para poder alcanzar el nivel que otras industrias de países más desarrollados tienen. Las ventajas obtenidas por una industria ya establecida en ciertos mercados puede venir de economías de escala o de conocimiento y quizá fuerza de trabajo entrenada, know-how.

Teoréticamente, estos autores se oponen a las teorías de ventaja absoluta o comparativa de Smith y Ricardo. Creen que una industria incipiente solo puede lograr ganancias si es que estas significan pérdidas para las industrias ya establecidas en otro país. Las siguientes líneas de List dejan clara su posición:

“[…] the prosperity of individual nations is sacrificed, without benefit to mankind in general, solely for the enrichment of the predominant manufacturing and commercial nation.” (List 1841)(2) 

Hamilton, por ejemplo, considera que el sector manufacturero puede perder trabajadores con experiencia (o entrenados) y terminar cerrando al perder producción. El razonamiento de Hamilton es que si suficiente protección es otorgada una industria podrá atraer los trabajadores indicados de otros países:

“There is reason to believe that the progress of particular manufactures has been much retarded by the want of skillful workmen. And it often happens that the capitals employed are not equal to the purposes of bringing from abroad workmen of a superior kind. Here, in cases of worthy of it, the auxiliary agency of government would, in all probability, be useful.” (Hamilton 1791)(3)

Hay muchos ejemplos en la historia de países que han aplicado medidas proteccionistas en un esfuerzo por desarrollar industrias nacionales de acuerdo con la lógica del argumento de la industria naciente. Un largo número de estos ejemplos incluyen Latinoamérica, donde diferentes gobiernos se han esforzado en proteger industrias nacionales por medio de la substitución –que significa establecer aranceles y otras medidas proteccionistas contra importaciones manufacturadas de modo que las industrias locales tengan un monopolio nacional. Perú sirve como un ejemplo concreto de lo que la aplicación de la lógica de la industria naciente significa. Después del golpe de Estado en 1968, la dictadura militar impulsó una política de protección de industria nacional. Los objetivos del gobierno militar eran promover la industria local y reducir las importaciones de manufacturas. Estos objetivos se basaron en intereses económicos y políticos: promover el desarrollo económico del país y reducir la dependencia económica, eliminando el histórico status quo de importación de manufacturas y exportación de materias primas. (Abusada, Illescasa, Taboada 2001)

Los resultados fueron que las industrias peruanas protegidas nunca pudieron con la competencia internacional una vez fueron levantadas las protecciones, pues su precio se volvió insostenible. Esta competencia transnacional e inversiones internacionales en Perú tuvieron varios efectos positivos, como beneficiar al consumidor mediante precios más bajos y mejor calidad del producto/servicio, la creación de empleos, transferencia de conocimientos e incremento de la competencia en general. Las ineficientes industrias que el proteccionismo había creado finalmente colapsaron durante la década del 90, después de amplias reformas que liberalizaron el comercio. El Perú bajó sus aranceles unilateralmente –probando así que List estaba equivocado al creer que la protección de industrias llevaría a estas a ser lo suficientemente independientes para competir en igualdad de condiciones con otras empresas nacionales y con empresas internacionales. En vez de promover desarrollo económico estas industrias protegidas proveían a los peruanos con costosos productos manufacturados de baja calidad que, la mayor parte del tiempo, eran los únicos disponibles en el mercado (Idem).

La experiencia, en especial la peruana(4), nos alerta que el proteccionismo no contribuye al desarrollo económico y por ende ni a los ciudadanos ni a los intereses de un Estado.


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Notas

1. Explicación económica y crítica al argumento de la industria naciente en Sauré (2005).
2. En castellano: "[...] la prosperidad de una nación en específico es sacrificada, sin beneficio alguno para la humanidad, unicamente para el enriquecimiento de la nación comercial e industrial predominante". Traducción del autor.
3. En castellano: "Hay indicios para creer que el progreso de ciertas industrias ha sido retrasado por la demanda insatisfecha de trabajadores con las habilidades requeridas. Sucede regularmente que los capitales usados no son suficientes para el propósito de atraer mejores trabajadores del exterior. Entonces, en casos donde las circunstacias lo demanden, la intervención del gobierno podría, muy probablemente, ser útil". Traducción del autor. 
4. En el caso peruano el perder las empresas estatales endeudadas y ser pagado por ello buen precio le permitió al Estado (en cuanto lo que no se robó el régimen de Fujimori) reorganizar sus finanzas, incluyendo su moneda. Este ciclo de liberalización bajo el gobierno de Fujimori frenó en 1997 (Abusada, Illescasa, Taboada 2001) y ha recomenzado desde el 2000, incluso durante el gobierno del Presidente Humala, a pesar de lo que firmó en su Plan de Gobierno (http://e.elcomercio.pe/66/doc/plandegobiernoganaperu.pdf). Sería interesante un estudio de los últimos 15 años que compruebe que tan liberales, comercialmente hablando, fueron los últimos 3 gobiernos.


Referencias

Abusada, R., Illescas, J., & Taboada, S. (2001). Integrando el Perú al Mundo. Lima: Universidad del Pacífico, Centro de Investigación: Instituto Peruano de Economía 

Hamilton, Alexander. (1791). Report on Manufactures.

List, Friedrich. (1841). The National System of Political Economy (Chapter 10) 

Sauré, P. (2005). Some Popular Arguments Against Free Trade and Their Limitations. Tesis Doctorals en Xarxa. Obtenido el 4 de enero de 2011, de: http://tdx.cat/bitstream/handle/10803/7337/tps1de1.pdf?sequence=1