Documentos oficiales y seguros del Estado
La publicación de cables diplomáticos por Wikileaks, que
se describe a sí misma como una organización mediática sin fines de lucro, ha
sido el último gran escándalo en la prensa mundial. El director del diario
español El País recientemente llamó a esta situación “el mayor acontecimiento
periodístico de los últimos años”. En medio de tanta atención dada a estos
cables, cabe preguntarse ¿qué es exactamente un cable diplomático?
En breve, un cable diplomático es una forma oficial y segura de comunicación entre una capital y sus misiones en el
exterior. Los cables son oficiales en tanto son redactados por funcionarios de
un Estado como parte de su trabajo y son seguros pues los funcionarios que los
escriben lo hacen con la idea que su trabajo será leído solo por las personas
a quienes están dirigidos, personas que son parte del mismo Estado, alguien autorizado.
El término cable se origina del inglés cable de tiempos cuando estos eran
enviados por cables de comunicación submarinos entre Europa y EE.UU. También es
usado el término telegrama, herencia del uso de la telegrafía tradicional, por
los servicios diplomáticos de algunos países como por España. La Unión
Europea llama Coreu (Correspondance
Européenne) a su equivalente para un cable diplomático usado desde Bruselas hacia las misiones de todos sus miembros, haciendo más facil la cooperación entre diferentes misiones al tener direcciones claras de la capital de facto europea además, se supone, de la suya propia.
En el caso peruano, nuestros diplomáticos usan el término cable.
En una analogía algo exagerada, un cable diplomático podría compararse a una nota oficial e interna de la sede de una empresa en alguna ciudad del interior enviada a sus oficinas centrales en la capital, o de cualquier oficina de una multinacional para sus oficinas en otros países o su central.
En el caso peruano, nuestros diplomáticos usan el término cable.
En una analogía algo exagerada, un cable diplomático podría compararse a una nota oficial e interna de la sede de una empresa en alguna ciudad del interior enviada a sus oficinas centrales en la capital, o de cualquier oficina de una multinacional para sus oficinas en otros países o su central.
En el caso de los cables hechos públicos por Wikileaks,
todos son documentos diplomáticos estadounidenses, enviados tanto desde sus
distintas misiones en el mundo, incluyendo embajadas y consulados, como desde
la sede del Departamento de Estado, el equivalente a un Ministerio de
Relaciones Exteriores, en Washington. La mayoría de ellos redactados de manera
profesional, clara y directa, lo cual habla muy bien de la calidad de los
diplomáticos estadounidenses.
Los cables son entonces una forma de comunicación
institucional que, muy importantemente, no están redactados para el público en
general e incluso a veces están restringidos a solamente a las altas
jerarquías, como en el caso de cables clasificados como secretos.
De esta manera los cables sirven tanto como fuente para
la formación de políticas y la toma de decisiones en las capitales, como pautas
de comportamiento para las misiones en el extranjero. Por supuesto no todos los
cables obtenidos por Wikileaks significan una revelación inédita sobre la
política exterior de Estados Unidos. Los cables diplomáticos pueden cubrir desde
temas tan simples como, por ejemplo, Lima indicándole a la Embajada peruana en
Londres que días tendrán vacaciones sus funcionarios por fin de año, hasta
indicaciones más secretas y delicadas.
Un ejemplo de esto último es el cable enviado por el
Departamento de Estado de EE.UU. en el 2009 y que ha sido publicado por
Wikileaks (número de referencia 09STATE80163) Un cable está siempre firmado por el Jefe de Misión de la
oficina que lo envía, un Embajador en el caso de una embajada, o el Ministro en
el caso de una capital –o bien un jefe provisional. En este caso, quien firma
el cable es la misma Secretaria de Estado Hillary Clinton, el equivalente a un Ministro de Relaciones Exteriores, la jefa de los Embajadores y la jefa de un ministerio u organismo gubernamental.
En los países árabes, algunos movimientos contra
gobiernos no democráticos de las últimas semanas han utilizado cables
publicados por Wikileaks como prueba del abuso y corrupción del Estado por
parte de las familias y allegados de Ben Ali en Tunisia o de Mubarak en Egipto.
De igual manera, el ambiente político peruano de cara a las elecciones presidenciales ha sido indudablemente afectado por la publicación en El
Comercio de cables donde figuran distintos personajes políticos.
En este contexto, el tamaño de lo que Wikileaks ha
publicado y todavía le queda por publicar sin duda alguna habrá causado
preocupación a más de una persona relacionada al servicio diplomático de EE.UU. Los cables publicados hasta hoy son solo 4997 de un total
de 251,287 documentos que Wikileaks ha prometido publicar.