La inversión, extranjera o no, es necesaria para mantener un alto
crecimiento económico, sobre todo en el Perú donde existe una considerable brecha en infraestructura. Sin embargo, en algunos casos, un Estado (un país) puede decidir ahuyentar a los inversores al no cumplir sus obligaciones legales y no pagar sus deudas. Cuando un Estado es incapaz de pagar sus deudas por largo tiempo o cuando se declara en default, que es en pocas palabras no querer pagar, los Vulture
Funds, los fondos de inversiones “buitres”, se encargarán de que ese dinero no sea perdido del todo.
Como Argentina hace unos años y ahora Grecia, muchos países han renegociado
su deuda pública. Los acuerdos a los que acreedores privados y gobiernos
deudores llegan suelen incluir disminución de deuda o extensión del tiempo de
pago, como en Argentina. La idea no es solo pagar menos si no evitar ahuyentar
inversionistas, por lo que existe una negociación real en la mayoría de los
casos y no solo un gobierno negándose a pagar. Pero aún así, no todos los
acreedores llegan a un acuerdo. En el caso Argentino, alrededor de un cuarto de
los acreedores privados no aceptaron las condiciones del gobierno, volviendo
esas deudas inservibles en Argentina.
Acá es cuando los Vulture Funds
entran en juego. Funcionan como cualquier fondo de inversión, juntan personas
naturales o jurídicas interesados en un negocio que invierte su dinero. Lo interesante
de los Vulture Funds es la forma en
que hacen ganancias.
Primero, se compra deuda de un país como Argentina, o
cualquiera de tantos países en los que las deudas del gobierno no valen nada,
los acreedores de esta deuda estarán felices de deshacerse de ella a un bajo
precio. Segundo, se tratan de colectar estas deudas mediante juicios en todo el
mundo, principalmente en Nueva York y Londres, donde muchos factores como el
idioma, la sofisticación de los jueces, la celeridad de los procesos y las
mismas leyes favorecen a los demandantes, los inversores. Tercero y último, se recolecta
el dinero, sobre todo mediante el embargo de activos.
El negocio es complicado, toma tiempo y recursos, pero paga muy bien. En el
2002, Liberia, al estar en medio de una guerra civil, no presentó defensa
alguna en una demanda en Nueva York por 13 millones de dólares de un fondo de
inversión que compró deuda liberiana. Liberia perdió, pues en Nueva York, si
uno es demandado y no se presenta, pierde. En la década del 90, el fondo de inversiones
Elliot Management, compró 20 millones de dólares de deuda pública peruana por
11 millones de dólares, pagando solo 55 centavos por dólar. Después de llevar a
juicio al Estado peruano en Nueva York y perder en primera instancia, Elliot
ganó la apelación y recibió 58 millones de dólares del Estado peruano.
Revista Playboy, artículo sobre Vulture Funds |
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