sábado, 27 de agosto de 2011

Cables Diplómaticos

Documentos oficiales y seguros del Estado


La publicación de cables diplomáticos por Wikileaks, que se describe a sí misma como una organización mediática sin fines de lucro, ha sido el último gran escándalo en la prensa mundial. El director del diario español El País recientemente llamó a esta situación “el mayor acontecimiento periodístico de los últimos años”. En medio de tanta atención dada a estos cables, cabe preguntarse ¿qué es exactamente un cable diplomático?

En breve, un cable diplomático es una forma oficial y segura de comunicación entre una capital y sus misiones en el exterior. Los cables son oficiales en tanto son redactados por funcionarios de un Estado como parte de su trabajo y son seguros pues los funcionarios que los escriben lo hacen con la idea que su trabajo será leído solo por las personas a quienes están dirigidos, personas que son parte del mismo Estado, alguien autorizado.

El término cable se origina del inglés cable de tiempos cuando estos eran enviados por cables de comunicación submarinos entre Europa y EE.UU. También es usado el término telegrama, herencia del uso de la telegrafía tradicional, por los servicios diplomáticos de algunos países como por España. La Unión Europea llama Coreu (Correspondance Européenne) a su equivalente para un cable diplomático usado desde Bruselas hacia las misiones de todos sus miembros, haciendo más facil la cooperación entre diferentes misiones al tener direcciones claras de la capital de facto europea además, se supone, de la suya propia. 

En el caso peruano, nuestros diplomáticos usan el término cable. 

En una analogía algo exagerada, un cable diplomático podría compararse a una nota oficial e interna de la sede de una empresa en alguna ciudad del interior enviada a sus oficinas centrales en la capital, o de cualquier oficina de una multinacional para sus oficinas en otros países o su central.

En el caso de los cables hechos públicos por Wikileaks, todos son documentos diplomáticos estadounidenses, enviados tanto desde sus distintas misiones en el mundo, incluyendo embajadas y consulados, como desde la sede del Departamento de Estado, el equivalente a un Ministerio de Relaciones Exteriores, en Washington. La mayoría de ellos redactados de manera profesional, clara y directa, lo cual habla muy bien de la calidad de los diplomáticos estadounidenses.

Los cables son entonces una forma de comunicación institucional que, muy importantemente, no están redactados para el público en general e incluso a veces están restringidos a solamente a las altas jerarquías, como en el caso de cables clasificados como secretos.

De esta manera los cables sirven tanto como fuente para la formación de políticas y la toma de decisiones en las capitales, como pautas de comportamiento para las misiones en el extranjero. Por supuesto no todos los cables obtenidos por Wikileaks significan una revelación inédita sobre la política exterior de Estados Unidos. Los cables diplomáticos pueden cubrir desde temas tan simples como, por ejemplo, Lima indicándole a la Embajada peruana en Londres que días tendrán vacaciones sus funcionarios por fin de año, hasta indicaciones más secretas y delicadas.

Un ejemplo de esto último es el cable enviado por el Departamento de Estado de EE.UU. en el 2009 y que ha sido publicado por Wikileaks (número de referencia 09STATE80163Un cable está siempre firmado por el Jefe de Misión de la oficina que lo envía, un Embajador en el caso de una embajada, o el Ministro en el caso de una capital –o bien un jefe provisional. En este caso, quien firma el cable es la misma Secretaria de Estado Hillary Clinton, el equivalente a un Ministro de Relaciones Exteriores, la jefa de los Embajadores y la jefa de un ministerio u organismo gubernamental. 

Por supuesto que Estados Unidos no es el primer ni último país en usar a sus diplomáticos, u otro tipo de agentes, en un esfuerzo de inteligencia, ni tampoco es este el primer caso de cables diplomáticos confidenciales hechos públicos, y aunque durante los primeros meses de su divulgación los cables divulgados por Wikileaks solo confirmaron cosas ya sabidas –como la preocupación de EE.UU. y de sus aliados frente a la posibilidad de un Irán con armas nucleares o el profundo trabajo de inteligencia que hace EE.UU. en diferentes foros internacionales–, estos ya han empezado a tener un impacto más claro y profundo.

En los países árabes, algunos movimientos contra gobiernos no democráticos de las últimas semanas han utilizado cables publicados por Wikileaks como prueba del abuso y corrupción del Estado por parte de las familias y allegados de Ben Ali en Tunisia o de Mubarak en Egipto. De igual manera, el ambiente político peruano de cara a las elecciones presidenciales ha sido indudablemente afectado por la publicación en El Comercio de cables donde figuran distintos personajes políticos.

En este contexto, el tamaño de lo que Wikileaks ha publicado y todavía le queda por publicar sin duda alguna habrá causado preocupación a más de una persona relacionada al servicio diplomático de EE.UU. Los cables publicados hasta hoy son solo 4997 de un total de 251,287 documentos que Wikileaks ha prometido publicar.

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