martes, 8 de mayo de 2012

Vulture Funds

La inversión, extranjera o no, es necesaria para mantener un alto crecimiento económico, sobre todo en el Perú donde existe una considerable brecha en infraestructura. Sin embargo, en algunos casos, un Estado (un país) puede decidir ahuyentar a los inversores al no cumplir sus obligaciones legales y no pagar sus deudas. Cuando un Estado es incapaz de pagar sus deudas por largo tiempo o cuando se declara en default, que es en pocas palabras no querer pagar, los Vulture Funds, los fondos de inversiones “buitres”, se encargarán de que ese dinero no sea perdido del todo.

Como Argentina hace unos años y ahora Grecia, muchos países han renegociado su deuda pública. Los acuerdos a los que acreedores privados y gobiernos deudores llegan suelen incluir disminución de deuda o extensión del tiempo de pago, como en Argentina. La idea no es solo pagar menos si no evitar ahuyentar inversionistas, por lo que existe una negociación real en la mayoría de los casos y no solo un gobierno negándose a pagar. Pero aún así, no todos los acreedores llegan a un acuerdo. En el caso Argentino, alrededor de un cuarto de los acreedores privados no aceptaron las condiciones del gobierno, volviendo esas deudas inservibles en Argentina.

Acá es cuando los Vulture Funds entran en juego. Funcionan como cualquier fondo de inversión, juntan personas naturales o jurídicas interesados en un negocio que invierte su dinero. Lo interesante de los Vulture Funds es la forma en que hacen ganancias. 

Primero, se compra deuda de un país como Argentina, o cualquiera de tantos países en los que las deudas del gobierno no valen nada, los acreedores de esta deuda estarán felices de deshacerse de ella a un bajo precio. Segundo, se tratan de colectar estas deudas mediante juicios en todo el mundo, principalmente en Nueva York y Londres, donde muchos factores como el idioma, la sofisticación de los jueces, la celeridad de los procesos y las mismas leyes favorecen a los demandantes, los inversores. Tercero y último, se recolecta el dinero, sobre todo mediante el embargo de activos.

El negocio es complicado, toma tiempo y recursos, pero paga muy bien. En el 2002, Liberia, al estar en medio de una guerra civil, no presentó defensa alguna en una demanda en Nueva York por 13 millones de dólares de un fondo de inversión que compró deuda liberiana. Liberia perdió, pues en Nueva York, si uno es demandado y no se presenta, pierde. En la década del 90, el fondo de inversiones Elliot Management, compró 20 millones de dólares de deuda pública peruana por 11 millones de dólares, pagando solo 55 centavos por dólar. Después de llevar a juicio al Estado peruano en Nueva York y perder en primera instancia, Elliot ganó la apelación y recibió 58 millones de dólares del Estado peruano.

Los Vulture Funds están aquí para quedarse, pues, como cualquier negocio, seguirán existiendo si existe lugar para enormes ganancias.

Revista Playboy, artículo sobre Vulture Funds

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