sábado, 2 de junio de 2012

Comercio y medio ambiente*


La concientización que ha tenido lugar en los últimos años sobre la necesidad de cuidar recursos naturales y el medio ambiente ha influenciado también las relaciones comerciales y las maneras en que los Estados las regulan.

Pero para hablar de temas ambientales se requieren estudios muy serios, pues no siempre lo que parece ser más lógico es lo correcto en esta área. Por ejemplo, hace algunos años, en el Reino Unido y otros lugares de Europa se volvieron populares las campañas llamadas "consume local". La idea era que consumir productos agrícolas locales era mejor para el medio ambiente pues así se evitaría el transporte de estos productos desde otros (lejanos) lugares. Sin embargo, estudios de impacto ambiental determinaron que en la mayoría de casos la huella ambiental, entendida como la cantidad de dióxido de carbono, emitida por productos locales era más grande que la emitida por los mismos productos de otros lugares, incluso tomando en cuenta el transporte. La explicación es que el productor más eficiente necesita consumir menos en cosas como abono y energía por unidad.

Los temas ambientales también pueden ser relevantes en cuestiones de competencia. En cierto caso de hace algunos años, la Comisión Europea, permitió un acuerdo entre importadores y productores de lavadoras que conjuntamente representaban el 95% del mercado. El acuerdo significó que se descontinuaría la producción y la importación de las máquinas lavadoras que más contaminaban. Por supuesto que productores e importadores se beneficiaron con esta medida, pues las lavadoras que más contaminan suelen ser también las más baratas; pero las autoridades europeas determinaron que el beneficio de un menor impacto ambiental era mayor que lo que tendrían que pagar los consumidores por unas lavadoras más caras. La idea principal es que los consumidores, individualmente, no toman en cuenta el impacto ambiental de los productos o servicios que compran, sino principalmente su precio. Lo cual es absolutamente normal, pues todos buscamos siempre pagar menos por las cosas que compramos.

El hecho que los temas ambientales estén más en la mente de los peruanos es muy positivo, pero no debemos apurarnos a sacar conclusiones. Si algo nos enseña la experiencia internacional, es que se necesitan estudios serios para poder determinar el impacto ambiental de una actividad.


*Una versión de este artículo fue primero publicada en La Industria el 15.05.2012

La Industria (periódico trujillano), 15.05.2012


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